Tras haber conocido la tradición de la cerámica en Manises, mi viaje por la provincia de Valencia continúa y la próxima etapa es El Puig, un lugar fundamental por la historia de la región durante el conflicto entre musulmanes y cristianos y la posterior liberación del Reino de Valencia, que tuvo lugar en 1238 con Jaume I. Un día fue más que suficiente para visitar los lugares de interés y por esta razón es un destino recomendado para hacer una excursión desde Valencia.
Cómo llegar a El Puig en tren desde Valencia
Es muy fácil y rápido llegar a El Puig en transporte público, especialmente en tren. De hecho, desde la estación de Valencia Norte la línea C6 con destino Castelló de la Plana de Cercanía Renfe tarda una media hora y el billete sencillo cuesta 2.65€.
Un pequeño consejo: cuidados a la vía de salida ya que está indicada con un número y también con una letra, A o B. Esto es porque puede pasar que dos trenes salgan desde la misma vía pero con rumbo diferente.
La estación de El Puig se encuentra fuera del casco histórico, a unos 10-15 minutos paseando. Además, cerca del edificio hay la oficina de turismo con WiFi gratuito.
Qué ver y qué hacer en El Puig
El municipio de El Puig se extiende desde el interior hasta la costa y se puede llegar a las playas en autobús. Por haber estado allí en noviembre, me quedé en su casco antiguo, pequeño pero con varios puntos de interés histórico y artístico que no hay que perder. El itinerario acabó en la cima de una de las colinas que rodean la ciudad, cuyo nombre en valenciano – Puig – significa «montaña».
Monasterio de Santa María del Puig
La visita de El Puig empieza en su sitio más emblemático – el Monasterio de Santa María – declarado «Monumento Histórico-Artístico Nacional» en 1969. Según la leyenda, padre Pedro Nolasco encontró la imagen de la Virgen María bajo una campana y luego el Rey Jaime I erigió una iglesia en el lugar de la aparición. Desde un punto de vista histórico, el edificio fue construido en 1237 para conmemorar la batalla de Valencia que permitió el asedio de la ciudad. La construcción del Monasterio comenzó en 1300 y acabó a mediados del mismo siglo.
Se puede visitar de martes a sábado según el horario de las visitas guiadas – 10, 11, 12, 16 y 17 – mientras los domingos solo a las 12. La entrada individual cuesta 4€, 3€ en grupo, los niños hasta los 8 años gratis. A pesar de que mi visita fuera con una guia que hablaba valenciano, pude comprender bastante lo que ví. De todas formas, debo agradecerla por la disponibilidad porque durante el itinerario me hizo un breve resumen en español de lo que explicaba al grupo.
La visita del edificio tardo-renacentista, caracterizado por la presencia de cuatro torres erigidas por la defensa, duró aproximadamente una hora. Las salas más relevantes enseñan como el uso del monasterio ha variado a lo largo del tiempo, de hecho ha sido un templo, luego una prisión, una escuela y por último la residencia de la Casa Real Española.
Los elementos y los lugares que me han impresionado más son sin duda:
- las decoraciones, sobre todo las en cerámicas;
- la «Sala de Manuscritos«, que conserva copias de documentos importantes de la historia del Reino de Valencia, la escultura de bronce de Jaime I el «Conquistador» y la reproducción de su espada, la réplica de la «Biblia» de Gutenberg y el libro más pequeño del mundo, que contiene el Padre Nuestro traducido en siete idiomas;
- la iglesia gótica, la parte más antigua de todo el conjunto arquitectónico, está formada por tres naves con diez capillas laterales;
- el «Salón Real» y sus habitaciones, de uso exclusivo de los monarcas españoles durante las visitas a Valencia.
Museo de la Imprenta y las Artes Gráficas
Situado en el interior del monasterio, el Museo de la Imprenta y las Artes Gráficas es el más importante de España y el segundo en Europa, después del de Maguncia.
La visita es gratuita y enseña lo que hizo la Comunidad Valenciana para introducir el papel y luego el desarrollo de la imprenta en toda España. Si explica también lo que ha pasado a nivel cultural, económico y como ha evolucionado la técnica desde el principio hasta el día de hoy. Por esta razón es posible admirar una larga serie de prototipos y varios utensiles. Hay que mencionar la «Sala Gutenberg«, llamada así porque presenta fielmente un taller de imprenta del siglo XV que incluye además una copia exacta de la prensa que utilizaba Gutenberg.
Inaugurado en 1987, el Museo ha sido renovado recientemente y ahora conserva decenas de máquinas de varias épocas, libros y objetos. Todo este patrimonio ayuda a los visitantes a aprender más sobre la cultura, la ciencia y por supuesto la historia relacionada a este importante tecnologia que ha modificado la vida de todos nosotros.
Los restos del Castillo de Jaume I y las trincheras de la Guerra Civil
Saliendo del monasterio sigo las indicaciones que conducen encima de una de las colinas alrededor del centro histórico de El Puig. Aquí se encuentran las ruinas del Castillo de Jaume I, un edificio militar muy relevante durante el conflicto entre musulmanes y cristianos.
Fue construido por los árabes en el siglo XI. Posteriormente, en 1093, fue conquistado y reconstruido por El Cid, aunque luego volvió a ser de los musulmanes que lo utilizaron como fortaleza hasta el 1237, cuando Jaime I conquistó con sus tropas la ciudad. En 2002, este sitio histórico fue declarado «Bien de interés cultural«. Además, la vista de 360 ° de toda la ciudad y sus alrededores es maravillosa y justifica la subida necesaria para llegar.
La colina fue protagonista también en época mucho más reciente, o sea durante la Guerra Civil. Aquí, de hecho, la línea defensiva El Puig-Los Carasoles (26 km de longitud) fue erigida para proteger la ciudad de Valencia, situada a solo 14 kilómetros de distancia. Dicho esto, los refugios, las trincheras, los túneles y los búnkeres nunca se utilizaron porque el 29 marzo 1939 el ejército republicano se rindió y «entregó» la ciudad a las tropas de Franco, así como pasó en Madrid y en Catalunya.
Hoy todo el aparato defensivo se encuentra en buen estado de conservación y se han añadido algunos paneles informativos en español, valenciano e inglés. La oficina de turismo de El Puig organiza visitas guiadas previa inscripción.
La ruta de las Esculturas
Antes de volver a la estación me queda tiempo para dar un paseo por el casco antiguo de El Puig. Disfruto de esta oportunidad para buscar las esculturas urbanas realizadas en los años ’70 del siglo pasado y que así enriquecieron el patrimonio artístico del pueblo español.
Las 11 piezas fueron obras de importantes artistas valencianos y cada una nos invita a observar y reflejar sobre el pasado de esta zona. Desafortunadamente no tuve el tiempo para encontrarlas todas y solo vi:
- «Homenatge a Gutenberg i els seus tipus mòbils«, de Antonio Sacramento y ubicado en Plaça de Magúncia, es una estructura de 7 m de altura coronada con cuatro elementos que forman la «G» del apellido del inventor de la prensa;
- «El Pescador«, de Silvestre de Edeta y colocado en Plaça de l’Ajuntament;
- «Homenatge al Rei Jaume I«, de Andreu Alfaro y situado en Plaça de l’Ajuntament.
Termina aquí la ruta histórica por El Puig, un pequeño pueblo de la provincia valenciana que hoy conserva su pasado glorioso y muy importante no solo por la región sino por toda España. Pude visitar los lugares más emblemáticos aunque sé que hay otros que todavía me faltan así que por eso voy a volver.