Escocia es una tierra de contrastes y la excursión en español realizada con ViajarPorEscocia desde Edimburgo me permitió descubrir el porqué. En unas 10 horas, escuché historias de la tradición celta, admiré dos lagos del Parque Nacional de los Trossachs y Loch Lomond y, por último, estuve en Glasgow, la capital económica del país.
A continuación, las etapas del itinerario con algunas informaciones útiles sobre los lugares visitados.
Excursión desde Edimburgo en español a los lagos de Escocia y Glasgow
El punto de encuentro es el 190 de High Street, en la Royal Mile, justo al lado de la catedral de St Giles. La hora de salida es a las 8.15 h, pero deberá llegar unos 15 minutos antes.
En comparación con itinerarios más largos, como en el caso de la excursión al Lago Ness y las Highlands, el viaje de hoy es relativamente corto, ya que cubrimos unos 270 km y entonces se dispone de más tiempo para aprovechar de las distintas paradas.
El viaje se organiza durante todo el año y se realiza tres veces por semana en temporada alta (lunes, jueves y sábado) y dos veces en invierno (jueves y sábado). Las tarifas se pueden consultar en la página de compra.
Los Kelpies en Falkirk
Al salir de la ciudad, Fernando, nuestro guía-conductor, nos cuenta una serie de datos históricos y culturales sobre Edimburgo y nos señala algunos de los lugares de interés que vamos pasando por el camino.
La primera parada está dentro del «cinturón central», la zona donde vive la mayor parte de la población y donde se concentra la actividad industrial del país. Falkirk se encuentra al noroeste de Edimburgo y aproximadamente a medio camino de Glasgow.
Hoy llegamos a la que es la atracción icónica de la zona y de Escocia en general. Diseñadas por Andy Scott y construidas en acero en 2013, las Kelpies son las estatuas ecuestres más altas del mundo (30 m) y pesan más de 300 toneladas.
El aspecto muy «angelical» delata su verdadera naturaleza. De hecho, según la tradición celta, estas criaturas representan a los espíritus malignos que rondan ríos y lagos y que son capaces de cambiar de aspecto para engañar y capturar a sus víctimas.
Una peculiaridad de la obra es la dirección de los hocicos de los caballos: el primero mira hacia abajo, recordando el pasado de Escocia y la importancia secular de este animal para el trabajo de los granjeros y como medio de transporte; el segundo apunta hacia arriba y simboliza la apertura del país hacia el futuro.
La parada dura unos 30 minutos.
Lago Katrine
Volvemos a la carretera para dirigirnos al Loch Lomond & The Trossachs National Park, el primer parque nacional establecido en Escocia (en 2002). Se extiende entre Lowlands y Highlands y alberga lo que se considera el lago más bonito del país: el Loch Katrine.
Había estado ya en este sito en noviembre de 2019, alojándome en los modernos eco-lodges instalados cerca del muelle. Es uno de mis lugares favoritos de la nación y explico por qué en este mi artículo en italiano.
La gran belleza del paisaje atrajo personalidades ilustres como Walter Scott, que lo utilizó como escenario de su poema “La dama del lago”, y la reina Victoria, que visitó la zona en 1859 para la inauguración del acueducto que, aún hoy, abastece de agua a la ciudad de Glasgow.
Otro personaje histórico vinculado a este territorio es Rob Roy. Nacido en 1671 en un pueblo situado a lo largo de la orilla norte del lago, se hizo famoso en todo el país como soldado, jefe de clan, bandido y, sobre todo, héroe popular.
La duración de la parada es de 1h 30m. Se puede participar en el paseo en barco (coste no incluido en el tour pero sí que hay un descuento respecto a la tarifa estándar), dar un paseo por la orilla del lago o alquilar la bicicleta. Cerca del muelle también hay un bar-restaurante y los aseos.
Balloch
La excursión continúa por los Trossachs a través del pintoresco Duke’s Pass, una carretera construida en el siglo XIX por el duque de Montrose para llegar a su finca y que une los pueblos de Kilmahog (aldea de Callander) y Aberfoyle.
La siguiente parada es Balloch, pueblo situado en el lado suroccidental del conocido Loch Lomond, el mayor lago no sólo de Escocia sino del Reino Unido. El pueblo es un destino turístico muy popular porque es el mejor punto de acceso al Parque Nacional y también se puede llegar cómodamente en tren desde Glasgow en unos 50 minutos (consulte el sitio web de ScotRail).
Llegamos allí a la hora de comer y hay varios pubs, restaurantes y fish & chips, así como un supermercado, que bordean la calle principal.
Sugiero explorar el Balloch Castle Country Park, una hermosa zona verde con un castillo en su centro, construido a principios del siglo XIX sobre los cimientos de una fortaleza del siglo XIII. Desde aquí hay una espléndida vista sobre Loch Lomond y se puede bajar caminando hasta el lago.
Glasgow
Al principio del artículo hablé de Escocia como «tierra de contrastes» y una de las razones es que solo hace falta conducir una media hora para sumergirse en un escenario totalmente diferente: desde la naturaleza virgen del Loch Lomond hasta el tráfico de Glasgow.
Se puede considerar a esta ciudad como la capital económica del país e histórico centro industrial y financiero del Reino Unido. Al final de un largo período de decadencia, en los últimos años Glasgow finalmente está logrando dejar atrás su pasado para convertirse en un destino turístico cada vez más apreciado.
A diferencia de Edimburgo, cuyo encanto llama la atención a primera vista, esta ciudad necesita más tiempo porque hay que recorrerla sin prisa para descubrir las huellas de su historia casi ocultas entre edificios modernos y centros comerciales.
Con una parada de 1h 30m esto obviamente no es posible y hay que elegir cómo aprovechar al máximo el tiempo a disposición. El autobús nos deja – y nos estará esperando- en George Square, la plaza ubicada en el corazón de la zona victoriana de Glasgow y dominada en el centro por el obelisco coronado por la estatua de Walter Scott.
Aquellos que quieran pueden ir de compras en la cercana Buchanan Street, donde se encuentran varios centros comerciales. Entre las alternativas sugiero un paseo a lo largo de la orilla del río Clyde o, aunque más lejos, una visita a la Catedral y a la Necrópolis cercana.
En cualquier caso, tanto al llegar al centro como al partir de nuevo hacia Edimburgo, el autobús realiza un recorrido panorámico por la ciudad a lo largo de una serie de edificios emblemáticos, como el Museo Kelvingrove (donde se conserva el cuadro “Cristo de San Juan de la Cruz” de Salvador Dalí), el SSE Hydro, el parque que rodea la Universidad y la Catedral.
El regreso a Edimburgo está previsto aproximadamente entre las 18.30 y las 19.00 horas (dependiendo del tráfico).
Para toda las informaciones y para reservar la excursión a los lagos de Escocia y Glasgow, os remito a la página web de ViajarPorEscocia.
