Desde lo alto de la colina volcánica Castle Rock, el Castillo de Edimburgo es la atracción más famosa de la ciudad así como la más visitada de Escocia. Entonces es la parada imprescindible de cualquier itinerario para descubrir la capital escocesa.
En este artículo voy a contar un poco su historia, cuales son los lugares que no hay que perder y por último comparto algunos detalles útiles para planear su visita (horarios, precios, visitas guiadas y compra de entradas online para obtener el acceso prioritario con visita guiada en español).
Breve historia del Castillo de Edimburgo
Es uno de los edificios más antiguos de la ciudad y es sin duda el símbolo de la historia de Escocia. Fue levantado encima de una colina volcánica, una ubicación estratégica para controlar toda la ciudad y sus alrededores.
Las primeras noticias oficiales sobre la existencia de una fortaleza se refieren a los siglo XI-XII, cuando se convirtió en la residencia favorita de los reyes escoceses. Sin embargo, algunos estudios realizados en los últimos años revelan que ya había habitantes durante las épocas prehistóricas y romanas.
Lo que es cierto es que a lo largo de los siglos escoceses e ingleses se enfrentaron muchas veces para conquistarlo y poder así someter todo el territorio. Entre el final del siglo XVIII y el comienzo del siguiente, el castillo sirvió como cárcel para los prisioneros de guerras de los conflictos donde participó el ejército británico.
En el siglo XIX finalmente fue considerado Monumento Nacional y en 1830 abrió sus puertas a los visitantes. Desafortunadamente, en la primera mitad del siglo XX volvió a ser prisón durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. En 1995, el Castillo de Edimburgo junto a la Old y New Town fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Que ver en el castillo de Edimburgo
El acceso desde la Royal Mile es a través de la explanada, una grande plaza pavimentada desde donde es posible mirar la ciudad vieja hasta las colinas de Pentlands (en las afueras de Edimburgo) y la ciudad nueva hasta el fiordo del Forth. Además, desde el 1949 se celebra aquí en agosto la Military Tatto, un desfile militar de las Fuerzas Armadas de la Commonwealth y otros ejércitos de países invitados. Un espectáculo con bailes, gaitas, cantos tradicionales y fuegos artificiales.
La magnífica puerta de entrada está flanqueada por las estatuas de Robert The Bruce y William Wallace, por encima destaca la frase latina Nemo me impune lacessit – Nadie me ofende impunemente – que expresa el lema oficial del Reino de Escocia.
Dando un paseo por el recinto de la fortaleza se pueden apreciar preciosas panorámicas de Edimburgo. Al lado de las baterías de Argyle y Mills Mount está colocado el One O’Clock Gun. Se trata de un cañon de la Segunda Guerra Mundial que aun hoy dispara cada día la señal horaria a las 13 (excepto los domingos, el Viernes Santo y la Navidad.
Entre los edificios que forman parte del castillo hay algunos utilizados como museos. Por ejemplo, el Scottish National War Museum está dedicado a la historia militar del país y su aporte en los conflictos europeos e mundiales, de la batalla de Culloden de 1746 a la Guerra Fría. Los turístas pueden ver uniformes, armas, pinturas y otros elementos vinculados a este tema.
Además es posible visitar la exposición que recrea cómo eran las prisiones durante los siglos XVIII-XIX. Está ubicada debajo de la Great Hall y se llega pasando por la Crown Square. En su interior están expuestos muchos objetos propios de los prisioneros y también algunos portones con grabados que ellos mismo realizaron.
Cruzando el Foog’s Gate si alcanza la cima de la colina. Aquí, alrededor de la Plaza de la Corona (Crown Square), se encuentran los edificios más importantes del castillo. El Scottish National War Memorial es un sitio conmemorativo para los soldados escoceses que murieron en los varios conflictos. Se ha realizado también un pequeño monumento dedicado a las víctimas que lamentablemente no fue posible identificar.
Al lado opuesto de la plaza se ve el Great Hall, antigua sala de cerimonia del siglo XV que después fue sede del Parliamento Escocés hasta el 1639. Hoy alberga una colección de armas y arneses para caballos.
Dicho eso, el lugar de más valor es el Palacio Real, edificado en el siglo XV con la torre del reloj incorporada en su fachada principal. En su interior se encuentra la habitación en la que María Estuardo dio a la luz al futuro rey Jacobo VI, él que uniría las dos Coronas de Escocia e Inglaterra en 1603.
La sala más importante de toda la fortaleza es la en que se guardan los Honours of Scotland, es decir las Joyas de la Monarquía escocesa, las más antiguas de Europa. Aparte de la corona y el centro también se expone la Pietra del Destino, utilizada en pasado durante las ceremonias de coronación de los reyes del país. Tras haberla tenida por muchos siglos en la Abadía de Westminster, por fín los ingleses la devolvieron a Escocia en 1996.
Alejándose unos pasos de la plaza se llega a la Capilla de Santa Margarita (St Margaret’s Chapel), el edificio más antiguo de Edimburgo. Es una iglesia románica del siglo XII levantada por rey David I y dedicada a la princesa inglesa que se casó con el rey Malcolm III alrededor del 1070.
Paseando por las murallas cercanas se mirar otros dos elementos de interés:
- el Mons Meg, uno de los cañones de asedio mejor conservados del siglo XV y que estuvo en Londres hasta 1869, cuando Sir Walter Scott intervino para que volviera a Escocia;
- la presencia desde el 1840 de un cementerio de las mascotas de los militares en una terraza que se puede contemplar desde encima.
Curiosidad. En Escocia hay otro cementerio para las mascotas de soldados y se encuentra en Fort George, cerca de Inverness.
Informaciones útiles para planer la visita del Castillo de Edimburgo
Considerando su relevancia histórica la fortaleza posee muchas cosas que ver y por eso recomiendo dedicar por lo menos un par de horas para visitarla.
Los horarios se modifican según la época del año:
- 1 abril – 30 septiembre, 9:30-18 (último acceso a las 17);
- 1 octubre – 31 marzo, 9:30-17 (último acceso a las 16).
Por ser la atracción más conocida de Escocia, miles de turístas la visitan cada día – también en temporada baja – y como consequencia hay que hacer bastante – si no mucha – cola en las taquillas.
Por esta razón consejo comprar las entradas al Castillo de Edimburgo con incluida la visita guiada en español. De hecho, es la única manera para asegurarse el acceso el día y a la hora que se quiera.
Asimismo, el castillo de Edimburgo está incluido en 2 tarjetas turísticas:
- Historic Scotland Explorer Pass, para visitar más de 70 sitios históricos en toda Escocia;
- Royal Edinburgh Pass, vale 2 días y consiente visitar también el Palacio de Holyrood, el Royal Yacht Britannia y viajes ilimitados en autobuses turísticos.
Por último, también la empresa ViajarPorEscocia proporciona la entrada y la visita guiada al castillo de Edimburgo en español. Es un tour disponible todo el año, para más detalles consejo mirar la página dedicada en su web.