Durante el segundo viaje en Galicia he hecho una excursión de un día en la parte norte de la región gracias al tren turístico RENFE. De hecho, por la temporada alta se efectuan varios itinerarios temáticos que permiten descubrir algunos de los lugares con más encanto de esta tierra. Entre todos, yo elegí la ruta de los faros, probablemente la más popular porque muestra la belleza natural de la costa norte, sus acantilados, los faros y las playas… un patrimonio precioso que merece la pena descubrir!
Los trenes turísticos de Galicia
Durante el verano hay varios trenes turísticos que enseñan el patrimonio histórico, natural, cultural y gastronómico de Galicia. En todos los itinerarios hay una guía especializada que explica los hechos más importantes sobre los puntos de interés que se visitan. Además, en algunas partes de los recorridos se viaja en autobús para poder llegar más cómodamente a los lugares establecidos. Eso es el caso de la ruta que hice ya que fuimos a faros y acantilados donde claramente no hay acceso en tren.
Se pueden adquirir los billetes con antelación y eso es muy recomendable sobre todo por la ruta de los faros, la más popular. Para más informaciones y para reservar la excursión os consejo visitar la página web de Renfe y seguir la página facebook de Turgalicia.
El tren de la ruta de los faros
Punto de salida es la estación de ferrocarril de Ferrol a las 9:10. Para quien lo necesite, aun está disponible el traslado en autobús desde A Coruña a Ferrol (ida y vuelta) y ya está incluido en el precio del billete. Mientras dejamos la estación podemos mirar justo al nostro lado el Transcantábrico, el tren de lujo que cruza el norte de España.. ¡así que ya a las 9 de la mañana hemos probado la primera emoción del día!
Llegamos en una hora a la estación de Ponte Mera donde nos espera el autobús que nos llevará a la próxima etapa del itinerario.
Cabo Ortegal
Cruzamos la Sierra de Capelada y el municipio de Cariño hasta su punto más emblemático, el Cabo Ortegal. La vía de acceso es muy estrecha y eso explica la razón por la cual solo es posible llegar con un autobús pequeño (30 asientos). Aquí se encuentra uno de los faros más bonitos de Galicia desde donde es posible disfrutar de una vista panorámica única de la costa atlántica gallega y de la ría de Ortigueira.
Enfrente del faro destacan los tres Aguillóns, peñascos que siguen sufriendo la acción erosiva del agua y donde se encuentran el percebe, un tipo de marisco muy raro y caro porque es complicado conseguirlo. Este lugar es una zona geológica muy conocida ya que abundan varias rocas aunque la más importante sea sin duda el granito negro, la más antigua de la península ibérica. Además, esta misma roca se formó bajo la superficie terrestre hace unos millones de año y eso significa que es anterior a la Pangea, es decir al momento en lo cual los continentes se dividieron.
No hace falta decir mucho más, creo que las fotos ya digan todo. Este lugar fue él que más me impresionó a lo largo del recorrido, quizás porque me hice pensar enseguida al fascino de los paisajes de Escocia.
Vixía Herbeira
La próxima parada es en Vixía Herbeira, el pico más alto de la Sierra de Capelada. Asimismo, con una altura de 613 m sobre el nivel del mar, estos acantilados son los más elevados de la Europa continental y los cuartos si se consideran también las islas. Durante el recorrido lo que destaca es la presencia de vacas y caballas en los lados de la carretera – algunas veces también en el medio – que viven en estado de semi-libertad.
El punto más alto y entonces el mejor lugar donde disfrutar del panorama se encuentra donde se levanta una construcción de piedra del siglo XVIII. Luego, conocida como Garita de Herbeira, fue uno de los sitios de vigilancia marítima a lo largo de la costa gallega.
Como en Cabo Ortegal, también este es un lugar muy interesante por su historia geológica ya que aquí se pueden mirar y entonces estudiar rocas que normalmente están colocadas a 70 kilómetros bajo la superficie terrestre.
San Andrés de Teixido
El viaje en autobús sigue hasta que no llegamos al pequeño pueblo de San Andrés de Teixido, parte del municipio de Cedeira. Este rincón de la Sierra de Capelada es conocido por el Santuario de mismo nombre, una iglesia gótica-barroca y lugar de peregrinación. La leyenda cuenta que San Andrés llegó aquí en su barco, lo cual se quedó convertido en un peñasco, hoy llamado «barca de S. Andrés». Dios le prometió un santuario y una romería a la que «va de muerto quien no fue de vivo«. Eso explica la razón por la cual se notan varios milladoiros – montones de piedras – en ambos lados del camino. Estos son testigos de la promesa cumplida por los peregrinos que llegaron al Santuario de S. Andrés y siguen haciendolo al día de hoy.
En la calle principal de este pueblo se encuentran pequeñas tiendas con comidas y objetos legados a la tradición del santo. De hecho, hay la miga del pan de San Andrés con la qual se hacen los sanandresiños, cinco figuras emblemáticas de la peregrinación: el Santo, el pensamiento, la mano, la barca y el pez. Luego, otra historia se refiere a la fuente de los tres caños, donde la gente va a consultar el Santo sobre un deseo. Tras pedir la petición, la persona toma del agua de la fuente y lanza una miga de pan. Al final, si esta flota significa que S. Andrés atenderá la súplica, si se hunde desafortunadamente no. También se dice que aquí existe la hierba de enamorar y se utilizada en los alrededor del pueblo ayudará a solucionar los problemas de amor.
A pesar de todo eso, merece dar un paseo por San Andrés de Teixido porque se encuentra en un lugar único, con un panorama que deja sin palabras por el encanto de los paisajes que se pueden mirar.
Estaca de Bares
El recorrido nos lleva al cabo Estaca de Bares, donde puedo mirar por la segunda vez en el mismo día uno de los elementos que más me encantan, es decir los faros. Y Este, construido en la segunda midad del siglo XIX, tiene un fascino aun mayor porque está ubicado en el punto más septentrional de España y de la Península Ibérica. Además, enfrente de sus acantilados se unen el océano Atlántico (norte y oeste) y el mar Cantábrico al este.
A mí me gusta visitar los lugares al extremo geográfico de un país y, por lo que se refiere a España, hace dos años fui a Cabo Finisterre, en Cataluña, su sitios más a Este. Así que ahora solo tengo que dirigirme hacia el sur 😉
Comida a O Barqueiro
Es la hora de comer y por eso vamos a parar a O Barqueiro, un típico pueblo marinero cuyo nombre rapresenta la antigua tradición del barqueiro que transportaba personas y mercancias entre los dos lados de la ría. Esto fue hecho hasta el 1901, año en lo cual acabó la realización del puente.
En la calle que bordea el pequeño puertos hay varios restaurantes. Junto a la guía Joaquín y otros compañeros de viaje fuimos al O Forno donde comí un clásico de la cocina local: el pulpo a la gallega… ¡simplemente riquísimo!
Luego tuvimos el tiempo para dar un paseo por la playa.
Como pasa también en los otros pueblos costeros, es muy evidente la diferencia del paisaje según el nivel del agua. Además, aquí se ha formado una cueva en cuarzo que solo es posible mirar durante la marea baja.
De Ribadeo a la Playa de As Catedrals
Dejamos el autobús para llegar a Ribadeo (en la provincia de Lugo) en tren. Durante el viaje cruzamos rías, varias playas y una parte de costa donde hay muy pocos pueblos así que parece estar en un paraíso natural. Este pueblo hoy es un destino turístico muy conocido gracias a la belleza natural de su entorno y además está muy cerca a Asturias (nunca he estado, ¡quiero ir!).
Dicho es, el atractivo turístico más famoso es sin duda la playa de las Catedrales, en gallego Praia das Catedrals, declarada Monumento Natural y uno de los lugares más bonitos de Galicia. Durante la marea baja es posible bajar y pasear por la playa con arena fine. Al revés, si como nosotros llegáis cuando hay marea alta solo se puede recorrer la parte superior de los acantilados desde donde es posible darse cuenta de la maravilla arquitectónica creada por la naturaleza a través de los siglos. De hecho, hay arcos altos 30 metros y muy parecidos a los arbotantes de una catedral (así se explica el nombre del lugar), luego hay varias grutas impresionantes y algunos pasillos de arena entre las rocas.
Cada año crece la popularidad de este sitio único al mundo y por eso, desde el 2015, el acceso diario está limitado y hace falta un permiso gratuito que se puede descargar por internet y compilar antes de la visita. La manera más comoda para llegar a la playa de las Catedrales es en coche, mediante la carretera N-634, si no también con el Bus-Praia activo todos los días de julio, agosto y septiembre con punto de salida enfrente de la Oficina de Turismo de Ribadeo (calle Dionisio Gamallo Fierros).
Faro de Isla Pancha
Última etapa de la ruta en el norte de Galicia es al faro de Isla Pancha, considerado uno de los más bonitos de la comunitad autonoma española. Ubicado a 2 kilómetros de Ribadeo, en la parte más occidental de la ría homónima, fue construido en 1880 y destaca por su fachada blanca y azul. En 1983 se levantó el nuevo faro, de forma cilíndrica con franjas blancas y negras.
El acceso está limitado y hay solo un pequeño puente que une la isla con el pueblo. El faro antiguo hoy no se utiliza y, a partir del 2013, fue convertido en alojamiento turístico con 2 apartamentos (capacidad de 4 personas cada uno) y jardines privados. Ya me veo aquí, ¡debe ser una experiencia única!
Antes de volver al autobús podemos dar un paseo por el parque y disfrutar del panorama del acantilado. Además de Ribadeo ya se puede observar la costa asturiana en el horizonte.
Llegamos a Ferrol alrededor de las 21:30 y – como por la idea – es posible regresar en autobús gratuitamente hasta A Coruña.
Acaba así la excursión en el norte de Galicia, fue un itinerario interesante que nos permitió descubrir una zona encantadora donde destaca la maravilla de la naturaleza y de los paisajes costeros. El recorrido en autobús y tren fue bien planeado y la duración de cada etapa fue bastante para poder disfrutar de lo que ofrecía. Así que mi consejo final sobre este ruta es muy evidente: ¡qué no os la perdáis!