Tras haber visitado Lleida he llegado a Tarragona, ubicada a la orilla del Mediterráneo en la Costa Dorada y a unos 100 kilómetros a sur de Barcelona. Me he quedado 3 noches, una estancia que fue suficiente para descubrir su historia, visitar los lugares más emblemáticos y también para hacer una excursión en su provincia.
Las 6 cosas que hay que ver y hacer en Tarragona y provincia
En la época del Imperio Romano fue una de las principales ciudades de Hispania y capital de la provincia. Llamada Tarraco, durante el período de máximo esplendor se construyeron edificios como el Foro, el Anfiteatro y el Circo, de los cuales hoy podemos visitar lor restos.
1) La ruta romana
Este itinerario incluye los monumentos conservados de aquella época y el 30 de noviembre del 2000 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La visita comienza del Passeig Arqueologic, es decir la muralla que delimitaba la ciudad a partir del siglo II a.C. con una longitud de 3,5 Km (hoy se conservan 1,1 Km). Durante el recorrido se pueden observar trozos en bueno estado de conservación, la Torre de Minerva con la inscripción romana más antigua de toda la Península Ibérica y luego la Torre del Arzobispo, con evidentes reformas medievales debidas a las obras de refuerzo y ampliación que se hicieron en aquella época.
En la cercana Plaça del Pallol se pueden ver algunos de los pórticos de la plaza inferior del Foro Provincial, un área rectangular adornada con jardines y muchas estatuas.
Otros restos de estos pórticos son todavía visibles en el Pretorio, torre romana utilizada para acceder al Foro y a la zona baja de la ciudad pasando por el circo. En el s. XII la construcción sirvió como Palacio por los reyes de Aragón y luego también como prisión. En su última planta hay una magnífica terraza panorámica sobre Tarragona desde donde mirar sus monumentos más significativos.
Desde el Pretorio se llega directamente al Circo que se erigió en el s. I para acoger las carreras de caballos y carros. Ubicado dentro de la ciudad, tenía una capacidad de 30000 espectadores y está considerado como uno de los circos mejor conservados de Occidente, eso no obstante una parte de su estructura esté aun oculta bajo algunos edificios del s. XIX. Otro sector fue descubierto y es visible en la Plaça Sedassos, uno de los rincones con más encanto del centro histórico de Tarragona.
A pocos pasos del Circo se encuentra el Anfiteatro Romano, realizado en el siglo II cerca del mar. Las gradas se excavaron en la roca y podían acoger unos 14000 espectatores que asistían a las luchas de gladiadores con fieras y también a las ejecuciones públicas.
Justo al lado del Mercado Central se levanta el Foro Romano, el centro de la vida social y religiosa de Tarraco. De los templos y de las tiendas que se alzaban en torno a la plaza, hoy solo quedan los restos de la basílica.
Para más detalles sobre las visitas guiadas os consejo echar un vistazo en esta página web dedicada.
2) El centro histórico de Tarragona
Además del pasado romano, la ciudad conserva un casco antiguo medieval con calles estrechas, plazas pequeñas y dominado por la imponente Catedral de Santa María.
Tras haber pasado por Plaça de la Font, donde se encuentra el Ayuntamiento de Tarragona, paseando por Carrer Mayor se llega enfrente de la Catedral. Su construcción empezó en el s. XII según los estilos románico y gótico y fue consacrada en 1331. El claustro fue realizado entre los siglos XII-XIII y sus esculturas forman uno de los conjuntos más relevantes de la plástica románica en Cataluña. Desde las cuatros galerías hay vistas preciosas de la Catedral y su campanario románico-gótico.
Para más informaciones sobre horarios, precios y venta de billetes online os consejo echar un vistazo a la página web de la Catedral de Tarragona.
3) La ruta modernista
Es una de las calles más importantes de Tarragona y también punto de encuentro de sus habitantes y turístas. Para los apasionados de la arquitectura modernista, paseando por la Rambla Nova se pueden mirar espléndidos edificios de los siglos XIX y XX, por ejemplo Casa Salas y Casa Bofarull.
Al final del paseo se llega al Balcón del Mediterráneo, situado a unos 40 metros de altura y mirador privilegiado sobre la costa, el Puerto de Tarragona, la playa del Miracle y el Anfiteatro. Es otra obra en estilo modernista y también uno de los símbolos de la ciudad. La baranda fue instalada en 1889 y se dice trae suerte a quien la toca.
Para descubrir el patrimonio modernista de la ciudad hay visitas guiadas de un par de horas con un itinerario que incluye los edificios más emblemáticos y acaba en la Plaça de la Font para degustar el Vermut acompañado de aceitunas y patatas fritas. Más detalles y reservas están disponibles en esta página.
4) El barrio Serrallo y las playas de Tarragona
Unas pasarelas peatonales y ascensores permiten cruzar las vías del ferrocarrill para llegar al paseo marítimo de la ciudad. El itinerario puede empezar desde el Serrallo, el barrio de pescadores donde se encuentran varios restaurantes donde comer comida típica y por supuesto el pescado del día.
Luego se puede visitar el Museo del Puerto de Tarragona, inaugurado en el año 2000 en el antiguo almacén construido a mediados del s. XX. El recorrido enseña la historia del puerto a través del tiempo, desde los romanos hasta el día de hoy.
La ciudad catalana posee 15 kilómetros de costa con playas de arena muy fina y de color dorado y calas de agua cristallinas y de fácil acceso. Tuve el tiempo para hacer un tramo del Cami de Ronda que va del centro a la playa de Tamarit.
La ruta comienza en la Playa del Miracle, ubicada justo enfrente del Balcón del Mediterráneo y del Anfiteatro. Desde aquí se sube al Fortín de la Reina, erigido en el siglo XVIII durante la Guerra de Sucesión española para defender la ciudad. Paseando al lado de algunas villas y de miradores naturales se llega a la playa de la Arrabassada, donde me quedo para descansar un rato antes de volver al centro.
5) Hacer una excursión a Reus
Reus es uno de los destinos más populares de la Costa Daurada y de la provincia de Tarragona, sobre todo entre los amantes de la arquitectura y del Vermut.
Aquí nació Antoni Gaudí el 25 de junio de 1852, en una casa modesta a pocos pasos del centro histórico. Pero fue Lluís Domènech i Montaner quien se encargó de realizar algunos de los edificios modernistas más importantes de Reus. Los turistas pueden seguir un itinerario específico sobre la arquitectura modernista y los lugares que forman parte de la vida de Gaudí como por ejemplo su casa natal, la escultura “Gaudí niño” y la Iglesia Prioral de San Pedro donde fue bautizado.
Un sitio que hay que ver en pleno centro (Plaça del Mercadal) es la magnífica Casa Navàs, proyectada por Domènech i Montaner sin límite de presupuesto. El edificio destaca por su decoración interior modernista. De hecho, se pueden mirar cerámicas, mosaicos, vitrales y mobiliario en perfecto estado de conservación, un caso único en toda Europa.
Se organizan visitas guiadas en grupos pequeños, es recomendable reservarlas con antelación a través de la página de Casa Navàs.
Reus es también conocida por ser la capital del Vermut. De hecho, aunque fue importado de Italia – nació en Piamonte en 1786 – fue la primera ciudad española en registrar una marca de la bebida. Durante los siglos XIX-XX se multiplicaron las empresas dedicada a su producción y se puede degustar en numerosos bares y restaurantes de Reus, por ejemplo en la antigua fábrica de Vermut Rofes del 1890.
Para conocer más sobre la oferta turística de la ciudad y cómo llegar de Tarragona podéis consultar el sitio web de Reus Turisme.
6) PortAventura, Ferrari Land y Aquopolis
Por la provincia de Tarragona se encuentran unos parques temáticos ideales para jóvenes y familias con niños.
En PortAventura hay 42 atracciones – es el más grande de España – y espectáculos para todos los gustos ambientados en 5 zonas del mundo.
Durante la reserva online es posible incluir también la entrada a Ferrari Land, el parque temático dedicado a la marca italiana e inaugurado en abril de 2017.
A poca distancia de aquí hay otro parque, el Aquopolis Costa Dorada, uno de los más grandes y divertidos de toda la costa mediterránea. Las atracciones acuáticas están divididas en 3 niveles de dificultad – alta intesidad, media intensidad y zona infantil – para que puedan divertirse todas las personas de todas las edades.
Cómo llegar a Tarragona y dónde alojar en centro
La ciudad es fácilmente accesible en coche y en transporte público. En el primer caso, autopistas y carreteras la comunican con Barcelona, Tortosa, Valencia, Lérida, Zaragoza, Madrid, Reus y Teruel.
El aeropuerto de Reus es el más cercano, ubicado a 7 kilómetros. Pero el aeropuerto de Barcelona El Prat, a unos 82 kilómetros, ofrece mucho más vuelos y conexiones nacionales e internacionales. Hay autobus y trenes que llegan directamente a Tarragona desde los Terminal 1 y 2.
Por ejemplo, en mi caso he viajado con Bus Plana y he tardado poco más de una hora desde la estación de autobus de la ciudad. Esa se encuentra al lado de la Plaça Imperial Tarraco, al final de la Rambla Nova y hay servicios diarios hacia destinos nacionales y europeos.
Tarragona cuenta con 2 estaciones de ferrocarril:
- Camp de Tarragona, situada a unos 10 kilómetros del centro y donde pasa la línea de Alta Velocidad para destinos como Barcelona, Lleida, Zaragoza, Madrid, Córdoba y Sevilla;
- una ubicada en centro, enfrente del paseo marítimo, con conexiones regionales (desde/hasta Lleida, Reus y Barcelona) y de largo recorrido (Madrid, Valencia y Francia).
Por último, el Puerto de Tarragona es uno de los más importantes del Mediterráneo y entonces es lugar de escala de cruceros.
Por lo que se refiere al alojamiento, estuve en el Hotel Pigal. Una estructura excelente, muy limpia, situada en pleno centro de Tarragona y a unos 5-10 minutos a pie de la Rambla Nova, del Balcón del Mediterráneo y de la estación de ferrocarril. Además, el Mercado Central se encuentra en unos pasos y está permitido comer en la sala común del hotel los productos comprados ahí.
